jueves, 4 de febrero de 2010

TENDENCIA HOMOSEXUAL EN UN NIÑO: ESTUDIO DE CASOS


OBJETIVO:
Analizar los diferentes factores que inciden en la presencia de una tendencia homosexual en la infancia, a través de la recolección y el análisis de la información obtenida durante el diálogo de saberes que se implementa en el programa de crecimiento y desarrollo del E.S.E Hospital San Vicente de Paul del Municipio de Caldas y dos visitas domiciliarias realizadas a la vivienda del niño, develando así la implicación que tiene dicha condición en el desarrollo social e integral de este.

JUSTIFICACIÓN:

Este trabajo se realiza no para determinar la posible inclinación sexual del niño, pues a tan temprana edad esto no se puede aseverar, sino para analizar las consecuencias que le están generando ciertas conductas presentadas por éste en su entorno social, escolar y familiar, ya que lo verdaderamente importante no es categorizar al niño dentro de una tendencia homosexual, sino más bien que, desde una postura analítico- argumentativa, se puedan asentar algunas bases para brindar una orientación acerca del por qué de esta situación y de la importancia y/o influencia que tienen en ella todos los agentes que intervienen en el proceso formativo del menor.

IDENTIFICACIÓN:

El caso que se pretende estudiar se identificó en el dialogo de saberes implementado en el programa de crecimiento y desarrollo del E.S.E Hospital San Vicente de Paul del Municipio de Caldas. Éste fue narrado por iniciativa de la madre del niño durante la realización de dicho diálogo, en donde comentó algunas de las características que estaba presentando el niño, que según ella daban cuenta de una tendencia homosexual en él, y al mismo tiempo pregunto cómo podría intervenir frente a esta situación.


INSTRUMENTOS PARA LA RECOLECCIÓN DE INFORMACIÓN:

Para llevar a cabo este estudio de casos, se utilizaron diferentes técnicas e instrumentos que posibilitaron la recolección de datos e información, tales como la observación, la entrevista informal, visita domiciliaria, entre otros.

CARACTERÍSTICAS BÁSICAS Y DESCRIPCIÓN DEL CASO:

La identificación del caso se llevó a cabo, el programa de crecimiento y desarrollo del E.S.E Hospital San Vicente de Paul del Municipio de Caldas. En este mismo municipio reside la familia Rúa Morales, la cual está conformada por seis personas (Sebastián, niño que asiste al programa de crecimiento y desarrollo, su madre Mónica, sus abuelos maternos, hermana y tía) y quienes viven en condición de desplazados, ya que anteriormente residían en el municipio de San Carlos (Antioquia) y por las condiciones de violencia en el sector, se vieron en la obligación de abandonar su hogar y trasladarse hacia este municipio.

La señora Mónica Rúa Morales, de 31 años de edad, comenta que su hijo Sebastián, de 7 años de edad y quien en la actualidad cursa segundo grado de primaria, en cierta ocasión se le acercó para decirle que el quería ser gay, a lo cual ella reaccionó con un eminente silencio. De igual forma señala que el niño tiene algunas actitudes que la hacen pensar que tiene una tendencia homosexual, tales como “ponerse la ropa de su hermana, caminar y hablar delicadamente, bajo interés por actividades masculinas como el fútbol, deseo de dejarse crecer el cabello y ponerse aretes, gusto por los oficios domésticos, alta sensibilidad, poco interés por observar a las mujeres que viven en la casa mientras se visten o bañan, mayor admiración por los hombres que por las mujeres y un mal relacionamiento con personas de su mismo género”.

Lo anterior, ha llevado a la madre a recurrir a profesionales, tales como psicólogos y docentes, para exponerles su caso y saber si esto es normal en niños de esa edad. A pesar de que ellos le han dicho que a tan temprana edad no se tiene definido, o más bien no se puede asegurar cuál es la tendencia sexual, la madre sigue inquieta y preocupada. Además durante las entrevistas y visitas domiciliarias realizadas, se pudo evidenciar otras características que aparentemente hacen evidente esta tendencia, como por ejemplo, la ausencia del padre, presencia de personas homosexuales tanto en la familia materna como en la paterna, convivencia con mayor número de mujeres, tanto en el hogar como con sus amistades, preferencia por relacionarse con personas del sexo femenino y sobreprotección de la madre.

Es importante describir que en la dinámica interna de la familia, la madre del niño es la encargada del sustento económico, por lo que es la abuela quien se hace cargo del cuidado de los niños en el hogar. Así mismo, se debe mencionar que la persona que representa la figura de autoridad para Sebastián, es el abuelo materno, ya que su padre se encuentra ausente desde el embarazo de la madre. A pesar de ello, cuando el niño transgrede la norma o comete una falta, es su madre la encargada de corregirlo, lo cual hace por medio del diálogo y de la prohibición de lo que más le gusta a él.

PREGUNTA PROBLEMATIZADORA:

¿Qué incidencias tiene una tendencia homosexual en un niño para su desarrollo social en el entorno familiar y demás ámbitos de su vida diaria?

ANÁLISIS E INTERPRETACIÓN DEL CASO:

Para comenzar el análisis, partiremos de las condiciones y características generales de la familia del niño Sebastián Rúa Morales. Esta familia, vive en condición de desplazamiento, de esta manera, inicialmente se trasladaron del Municipio de San Carlos hacia donde unos familiares en el Barrio Robledo y luego adquirieron un terreno, por medio de una ayuda monetaria proporcionada por la UAO (Unidad de Atención y Orientación a la población en condición de desplazamiento), en el sector de la Miel del Municipio de Caldas.

Se pasa entonces a mencionar aspectos relacionados con el entorno familiar en el que se desenvuelve el niño. La familia se encuentra conformada por seis personas (abuelo y abuela materna, mamá, hermana, tía y el niño), por lo cual se puede categorizar dentro de la familia extensa o consanguínea. Se evidencia entonces que la mayor parte de las personas que habitan el hogar son del sexo femenino, lo cual ha generado en el niño una dificultad para relacionarse con personas de su mismo género, aunque, como lo expresa la madre, “su abuelo es la figura de autoridad reconocida por él”. Con relación al ambiente socio- familiar que rodea al niño, se puede decir que la familia no dedica su tiempo libre a la práctica de actividades lúdicas o de algún deporte, pues como la madre argumenta, “lo único que hacen en conjunto es ver televisión y jugar juegos tales como escalera y damas chinas”; así mismo evidenció que la manera en que resuelven los conflictos que se presentan, es por medio del diálogo y que los castigos aplicados al niño cuando comete una falta se limitan a la prohibición de lo que más le gusta.


Vale la pena aclarar aquí que el niño, en sus primeras etapas de la vida, no contó con la compañía de su padre, ya que este asumió la noticia de su nacimiento “como un error”. Esta falta de una buena relación de afecto con su progenitor, hizo que el niño en la actualidad no quiera saber nada de él, aunque éste quiera acercarse. Pudo evidenciarse que ésta negativa de Sebastián ante los deseos de su padre por entablar unos vínculos afectivos más estrechos con él, no se debe a que la madre sea quien lo propicie, sino que es más por iniciativa del pequeño. Esto ha hecho que el cuidado de la madre se haya tornado un tanto sobre protector, pues ella misma manifiesta cohibirlo mucho en cuanto a las actividades que generalmente realiza un niño a esta edad, como lo son ir a la casa de los amigos, salir a la calle a jugar, desplazarse solo hacia la escuela, ir a la cancha, a la tienda u otros lugares que puede frecuentar.


Así, se empiezan a esbozar algunas de las razones por las cuales la madre presume una tendencia homosexual en su hijo. Según la Doctora María Concepción Morales Peralta (s/a: s/p) “las personas que se sienten atraídas por personas del mismo sexo sufren de un desorden emocional condicionado por distintas razones, y aunque cada persona es única e irrepetible, su homosexualidad suele depender más frecuentemente de las siguientes causas: padre violento, alcohólico, hostil o distante, madre sobre protectora, madre con trastornos emocionales que no transmite cariño adecuadamente, timidez extrema casi siempre condicionada por un mal desarrollo físico, como niños muy delgados o muy obesos, ausencia de la figura paterna del hogar por muerte o divorcio, sobre todo si se produce en etapas críticas del desarrollo, falta de identidad con iguales del mismo sexo, abuso sexual o violación, ausencia de juegos de participación y padres que no fomentan la identificación con su propio sexo”.

En cuanto a la manifestación de tendencias homosexuales en los niños, Lebovici y Kreisler (1992: s/p) plantean que “el niño pequeño reprime su amor hacia la madre, poniéndose él mismo en su lugar, se identifica con ella y toma entonces su propio modelo para elegir sus nuevos objetos de amor. De tal modo se convierte en homosexual. Los muchachos a quienes el joven que crece ama en adelante, no son más que personas sustitutas y nuevas ediciones de su propia persona infantil.”

En lo anterior, aunque se puede ver como la mayoría de las características mencionadas se observan en Sebastián, no se puede afirmar que ésta tendencia ya este enmarcada y/o determinada para el niño, puesto que a tan temprana edad no se puede establecer o tener definidas las inclinaciones sexuales. De igual forma, a pesar de que el niño tenga familiares homosexuales, esto no es un factor que determina esta condición porque “se puede afirmar que no se conoce actualmente la base científica para sostener la teoría hereditaria del homosexualismo, ya que los cromosomas de los homosexuales son normales tanto cualitativa como cuantitativamente, incluso los casos de hermafroditas (individuos con tejidos hormonales masculinos y femeninos) no presentan predisposición a ser homosexuales, hasta ahora, por lo tanto, ningún factor genético (sexual o de otro tipo) ha sido descubierto como elemento diferenciador de personas con tendencias homosexuales – no hay bases científicas para mantener esta teoría” (Rull: 2000: s/p). Entonces, la homosexualidad no solo depende de factores hereditarios, sino que en ella también entran en juego factores sociales y psicológicos.

Por otro lado, entra en acción el papel fundamental que juega la presencia del padre en la vida del niño, puesto que al no tenerlo como figura masculina de reconocimiento en los primeros años de vida y al estar rodeado en su mayoría por mujeres, puede verse afectada su identificación como tal, ya que al haber una ausencia de la figura paterna, no tiene con quien asemejarse. Se hace la salvedad de que a pesar de que el abuelo convive con Sebastián, éste lo reconoce como figura de autoridad, más no como figura paterna. De acuerdo a psicólogos como Moberley, “la homosexualidad sea masculina o femenina más que una causa en sí tiene entre sus orígenes la falta de relación e identificación con alguno de los padres que tienen el mismo sexo, y por tanto, el comportamiento homosexual es una especie de impulso para remediar esa falta”. (Moberley s/a, citado en Ferrari, 2008: 02) Zuanazzi nos dice que “no es sólo la falta de la figura del progenitor del mismo sexo, sino el modo en el cual uno de los dos hace percibir al hijo la figura del otro. Es innegable que la percepción que el niño recibe de la otra figura paterna es en gran medida condicionada a lo que el otro le haga ver” (Zuanazzi s/a, citado en Ferrari, 2008: 02)
Pero la ausencia del padre puede conllevar a una actitud sobre protectora en la madre (sin aseverar que sea algo generalizado), lo cual aunque no es algo determinante, puede ser un factor que conlleve hacia ésta tendencia. En este sentido, “la sobreprotección y algunas actitudes frecuentes en la madre como la atención excesiva, la alabanza exagerada, determina rasgos que sirven para la identificación hacia esta inclinación” (Polaino, 1992: s/p).


Vale la pena agregar que Mónica alude también a que algunos de los pocos compañeros de Sebastián del género masculino, le hacen burlas y le ponen apodos constantemente como que “parece una niña” porque es muy delicado y no le gusta jugar al balón, llamándolo despectivamente “niñita”. De esta situación, comenta la madre, que aparentemente los profesores de la escuela no tienen conocimiento, puesto que al indagar sobre lo que opina la profesora acerca de lo anterior, la madre responde que a ella le da pena contarles lo que sucede, agregando que la profesora hasta el momento no ha realizado ningún comentario al respecto. Se evidencia aquí que en muchas ocasiones el desconocimiento de los problemas de los alumnos por parte de los docentes, se puede deber a la falta de confianza, vinculación y comunicación que ellos y la escuela generan en la familia.

Se pierde entonces un apoyo muy importante para tratar de direccionar las preocupaciones de una madre que tiene muchas dudas y no sabe como actuar ante esta situación. De aquí surge la importancia de la manera como las instituciones se comunican con los padres, lo cual para mejorarlo, es importante dejar de limitarse solo a contenidos académicos y comportamentales al hablar con ellos y preocuparse un poco más por los aspectos particulares de sus alumnos, ya que cada uno de ellos es diferente, por lo que ellos como docentes desde el aula de clases deben estimular el respeto a las diferencias dentro de ella, en la institución educativa en general y con los padres de familia.

Es así como uno de los principios que deben regir la educación es el respeto a la diversidad, lo cual implica no sólo el aspecto cultural sino también sexual, de creencias, espiritual, de pensamientos, entre otros. Así pues, la escuela como uno de los entes responsables de la educación, debe encargarse de propiciar espacios en donde los estudiantes aprendan a respetar y a convivir con todos estos tipos de diversidades, pues todas las personas tiene derecho a “la libre expresión de individualidad, libre desarrollo de la personalidad, el derecho a la intimidad, el derecho al buen nombre, el derecho a la igualdad, en el impedimento de discriminación por razones de opción sexual, en el derecho a constituir la propia familia, en los correlativos derechos-deberes que se desprenden de la relación de pareja, en el interés público y bienestar individual, y en la propia política que debe encaminarse al cumplimiento de los fines y objetivos del Estado” (código de infancia y adolescencia, 2006).
Esta misma situación se evidencia entre los vecinos que habitan en los alrededores de su hogar, pero las mamás de los otros niños le dicen a Mónica que en lugar de tomarlo a mal, se sienta orgullosa de tener un niño delicado, ya que esto no se ve en la actualidad, pues sus hijos se muestran agresivos y bruscos. De igual manera, se evidencia que en la familia, no se da una aceptación a esta tendencia homosexual que aparentemente muestra el niño, puesto que al indagar sobre las percepciones que tiene los demás miembros de ésta sobre la situación, el tío manifiesta “que él lo vuelve macho como sea” y la mamá cree que el abuelo de Sebastián nunca lo aceptaría, lo que hace pensar que debido a los imaginarios que poseen las personas sobre el tema en cuestión de acuerdo a las diferencias culturales, y más en sectores de tanta diversidad cultural como lo es éste, para algunas de ellas es muy difícil aceptar que existen varias inclinaciones sexuales que se pueden adoptar.

Se deja en evidencia que en la problemática vivida por un niño, la cual aparentemente hace parte del entorno familiar, incide de una u otra manera tanto en la dinámica familiar y en los demás ámbitos de la vida cotidiana del niño.

REFLEXIÓN PEDAGÓGICA:

En muchas ocasiones, los seres humanos tendemos a dejarnos llevar por las apariencias de las cosas, quedándonos con la primera impresión que de ellas tengamos. Desafortunadamente, esto también suele suceder con los docentes dentro de las aulas de clases u otros espacios educativos; excusándonos en el hecho de que tenemos muchos estudiantes, a veces nos limitamos a memorizar sus nombres, ignorando así las particularidades que cada uno de ellos pueden presentar, puesto que todos provienen de familias muy diferentes, en las cuales, les han enseñando e inculcado desde sus primeros años de vida unos principios, que ya han adquirido desde antes de ingresar a una institución educativa. De igual forma, además de estos principios, cada niño presenta estilos de aprendizajes muy variados, distintas maneras de relacionarse con los otros y diferentes concepciones de la vida, enmarcadas no solamente por su familia sino también por el entorno que los rodea.


Todo lo anterior se menciona por el hecho de que es increíble que la docente de Sebastián, quien comparte con él gran parte del día hasta el momento no se haya percatado de la situación de burla por la que está pasando el niño ante sus compañeros, pues a pesar de que en el aula la cantidad de estudiantes es considerable, la escuela no es tan grande como para ignorar un hecho tan evidente. Pensamos entonces que no se trata de desconocimiento del problema por parte de la profesora, sino más bien de miedo a enfrentar esta situación porque no cuenta con la suficiente capacitación para hacerlo.

De esta manera consideramos que nuestra labor pedagógica no se puede limitar a la simple transmisión de conocimientos, pues hoy en día se habla de garantizar una formación y atención integral, que implica todas aquellas acciones encaminadas a la satisfacción de las necesidades básicas, incluyendo aquellas relacionadas con el desarrollo y aprendizaje; por lo tanto, al no contar con las bases necesarias para enfrentar hechos como este, nuestra obligación es buscar información y herramientas para enriquecer nuestros conocimientos acerca del tema, que nos permitan brindar una orientación a la familia del niño con respecto a aquello que les inquieta, pues si bien es cierto que no podemos resolverles sus problemas, sí podemos ofrecerles ayuda para mejorar las condiciones en las que están siendo educados sus hijos.

Además, no podemos olvidarnos que desde la ley (y nosotros como docentes debemos saberlo) se fomenta el derecho a la diversidad y al libre desarrollo de la personalidad, por lo que desde el aula de clases u otros espacios educativos, como lo es el Programa de Crecimiento y Desarrollo, debemos generar espacios en donde les mostremos a los niños y niñas, padres, madres, cuidadores y demás agentes que intervienen en el proceso educativo de éstos, la importancia de respetar al otro, sus diferencias y formas de pensamiento, y más en comunidades tan diversas como las actuales.

Pero no solamente se hace presente el hecho de desconocer las particularidades de nuestros estudiantes, ya que de aquí surgen muchas de las intervenciones inadecuadas y poco significativas realizadas por los y las docentes. Por el simple hecho de cumplir con el currículo y plan de estudios propuestos por las directivas, impartimos el conocimiento sin ni siquiera darnos cuenta del grado de comprensión y significación que éste tenga para los niños. Se hace evidente entonces un aspecto que es fundamental en una sociedad tan diversa como lo es ésta: la contextualización.

Muchos de los problemas que presenta la escuela para entablar unos vínculos más estrechos con las familias y con la comunidad, están basados en el hecho de que no comunican lo que quieren (qué, por qué y para qué) de la manera más adecuada, limitándose a entablar relaciones netamente académicas con los padres y madres, o simplemente olvidando las diferencias y características socioculturales del entorno en el que se encuentran ubicados; es decir, no tienen en cuenta el contexto que los rodea para el diseño de unas estrategias y metodologías más asertivas que despierten el interés de todos aquellos entes responsables de la educación de los niños.

Esto genera cierto recelo en los padres de familia, ya que al no comprender lo que la escuela quiere decirles, recurren mejor a alejarse, por el hecho de no querer pasar por personas ignorantes. Se instaura entonces una barrera entre familia y escuela, ocasionada por la falta de comunicación, o lo que es lo mismo, por una comunicación poco comprensible. Queda entonces claro el por qué de la falta de confianza de las familias para acercarse a la escuela a pedir orientación sobre algún tema personal que les inquiete.

Pero no podemos echarle toda el agua sucia a la escuela, pues el respeto por la diversidad cultural y al libre desarrollo de la personalidad también es responsabilidad de la sociedad y de la familia. Desde ellas también se deben inculcar unas bases que permitan mirar las diferencias entre las personas como algo natural. Es indudable que a nivel social se han creado unos imaginarios que establecen lo que es normal y anormal, lo que es bueno y malo, lo que está permitido y no permitido, lo que se debe y no se debe hacer; en fin. Cada uno de nosotros como miembros de esta sociedad podemos aportar a mejorar la calidad de vida y de la educación de los niños, empezando por convencernos de que todos de forma directa o indirecta incidimos de manera significativa en el proceso formativo de ellos, y por lo tanto debemos asumirnos como agentes educativos responsables de ofrecerles las mejores condiciones para que se dé su aprendizaje, y así puedan participar de manera más activa en la construcción y/o mejoramiento de la vida en comunidad.

Por todo lo anterior pensamos que el diálogo de saberes se constituye en una estrategia asertiva para promover el desarrollo integral de los niños y niñas, y movilizar las pautas y prácticas de crianza de las familias, ya que a través de éste es posible mejorar los vínculos con las familias y las comunidades, propiciando el conocimiento de las situaciones personales por las que atraviesan los niños y niñas, constituyéndose en espacios abiertos de participación y aprendizaje en los que todos tenemos algo importante para aportar, y a través de las cuales podemos garantizar unas mejores condiciones para la educación de éstos.

BIBLIOGRAFIA

BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA

Lebovici, S. Kreisler, L (1992). La homosexualidad en el niño y en el adolescente. Edición Nueve Visión, Buenos Aires.
Polaino Lorante, A (1992). Sexo y cultura, análisis del comportamiento sexual. Editorial Rialp. Medrid, España.

CIBERGRAFÍA CONSULTADA

CONGRESO DE LA REPÚBLICA DE COLOMBIA. (2006). Diario Oficial no. 46.446 de 8 de Noviembre de 2006. Ley 1098 (2006) Por la cual se expide el Código de la Infancia y la Adolescencia. Fecha de consulta: Enero 21 de 2010. De:
www.secretariasenado.gov.co/senado/basedoc/ley/2006/ley_1098_2006.html
Ferrari, Bruno (s/a). La homosexualidad ¿Es una opción? Fecha de consulta: Enero 21 de 2010. De:
http://www.scribd.com/doc/2024884/LA-HOMOSEXUALIDAD-Es-una-opcion
Morales Peralta, María Concepción (s/a). La homosexualidad: la verdad con amor sobre un tema delicado. Fecha de consulta: Enero 21 de 2010. De:
http://www.vidahumana.org/vidafam/homosex/amor-homosexuales.html
Rull Santos (2000). Reflexiones sobre la homosexualidad. Fecha de consulta: Enero 21 de 2010. De:
http://www.es.catholic.net/sexualidadybioetica/340/1313/articulo.php?id=5299

ELABORADO POR:

ALEXANDRA MARIA CORREA PINEDA

DIANA MARÍA GONZALEZ SANCHEZ

DIANA MARCELA OSSA BUSTAMANTE


1 comentario:

  1. En primer lugar el blog está muy bien diseñado, estéticamente es muy agradable, el tomar como punto de partida el estudio de caso de un niño es muy positivo debido a que permite al lector vislumbrar la relación con un hecho real del contenido que se pretende trabajar, el hecho de que presenten los conceptos y palabras claves facilita la lectura, además es un tema muy interesante y de mucha pertinencia en la actualidad, sobre todo porque cuestiona los parámetros establecidos de lo que debe ser una familia, presentándose de esta forma un reto para el docente quien debe aprender a vérselas con eso que pasa en su contexto y no puede obviar una realidad que se presenta; la cual se caracteriza esencialmente por la diversidad.
    En una sociedad excluyente, en donde las personas rechazan a aquellos que son distintos, que se salen de los parámetros de los que nosotros consideramos “normal” abordar este tema y ponerse en el lugar del otro y tratar de entenderlo es de vital importancia, debido a que con cada cambio que se genera en la sociedad surge una nueva oleada por así decirlo de “anormales” ya es “anormal” el gordo, el flaco, el que no tiene cirugía plástica, el que no tiene un celular; etc., es por ello que el docente debe tomar distancia y mirar al sujeto inmerso en esa cultura, para hacer un trabajo conjunto que permita superar esas barreras de los prejuicios y establecer relaciones más sanas basadas en el respeto por el otro.
    Pienso que aunque hay muchas teorías sobre el origen del homosexualismo y posturas frente a las elecciones que estos sujetos hacen con respecto a sus relaciones amorosas y de conformar una familia, lo más importante que debemos hacer nosotros como futuros docentes es concientizarnos de que la diferencia es importante porque es ella precisamente la que nos permite aprender.
    SHARIRA LEAL MATTA.

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